martes, 14 de junio de 2011

Conclusiones!!

 
Todos los seres humanos hemos nacido con la posibilidad de experimentar placer.
El placer no es bueno, ni malo, simplemente existe.
Lo bueno o lo malo del placer reside en cómo se busca y hasta dónde llega.
Todos los extremos son inconvenientes, el exceso de placer se convierte en vicio.
El placer no es solamente la gratificación sensual o sexual como piensan la mayoría de las personas.
Hay placeres tan simples y deliciosos como comerse un pedazo de tarta, o mirar la última alineación planetaria.
Existen placeres que a la postre traen infelicidad, insatisfacción o contratiempos, por ejemplo la popularidad o la fama.
El mayor placer para el género humano debe girar entorno del servicio de los demás.
Si aprendemos a distinguir verdaderamente lo que es placer, podremos vivir muchos momentos de felicidad.

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